viernes, 15 de junio de 2007

Lagarta, lagarta... = Lacertino, lacertino...



DIARIO DE TERUEL, 15/06/2007

Las obras de Antonio Castellote y Angélica Morales, en la calle

Los dos escritores turolenses presentaron sendos libros en el Museo de Teruel

P. F. / Teruel

No se conocían de antes, pero ayer compartieron la presentación de sus libros en el Museo de Teruel bajo el paraguas de la editorial Certeza. Los turolenses Antonio Castellote y Angélica Morales presentaron Fabricación británica y Piel de lagarta, acompañados de familiares y amigos que no quisieron perder la oportunidad de estar con ellos teniendo en cuenta que no viven en Teruel: Castellote vino de Madrid y Morales de Huesca para presentar sus libros en su ciudad natal.

Fabricación británica está editado en la colección Regallo de la editorial Certeza y es el fruto de la recopilación del folletín romántico publicado por Antonio Castellote en las páginas de DIARIO DE TERUEL en el verano de 2005, con ilustraciones de Juan Carlos Navarro. Piel de lagarta, por su parte, pertenece a la colección de relatos cortos Cantela de la misma editorial, y reúne 16 relatos de diferente extensión en torno a los zapatos, en tono satírico y de humor.

Que no se conocieran de antes no impidió que Castellote publicara ayer una crítica sobre el libro de Morales, que ella misma agradeció emocionada en el acto de presentación. Un acto en el que amigos de ambos describieron los procesos narrativos de ambos escritores.

El periodista José Luis Velázquez destacó que Angélica Morales es “una perfumista de altura” que fabrica su “personalísima colonia” en forma de relato. La escritora por su parte tuvo palabras de agradecimiento para la editorial Certeza y a su responsable José Vicente Zalaya, que da la oportunidad de publicar a nuevos escritores. También a Javier Aguirre “mi hada madrina”, dijo. Con su labor, Aguirre está promoviendo la literatura hecha por autores turolenses.

El profesor Enrique Romero vino desde Sagunto para acompañar a su amigo Antonio Castellote de quien resaltó “su voluntad de ser escritor” entendiendo como tal “una forma ética de instalarse en la realidad”.

Agregó que un folletín “no es un género literario menor” y consideró que al publicarse en formato libro “no es la misma obra porque su lectura se administra de manera distinta”.

Antonio Castellote recordó que escribir el folletín suponía ajustarse a 150 líneas diarias, lo que le obligaba a escribir “algo interesante a lo largo del tiempo”, porque había que dotar a cada capítulo de autonomía narrativa y también en la estructura. “La urgencia sustituye a la premeditación” a la hora de escribir de forma diaria, explicó.

La experiencia de trabajar con Juan Carlos Navarro, que ilustró el folletín “fue divertido”, el mismo adjetivo que utilizó Navarro. “A veces los dibujos se hacían después y otras antes”, explicaron. Las ilustraciones, en blanco y negro se han conservado en el libro que ya está en la calle.

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