martes, 8 de enero de 2008

El tiempo


"Time 1", obra de Ubé

Soy un tipo obsesivo. Supongo que ya se habrán dado cuenta y sino es que no están muy atentos. A ver, el del fondo, deje de pegar mocos bajo el pupitre y escuche la lección, caballerete. Uy, se me ha ido el tiempo al cielo. He encontrado un texto inédito de Galimatías Prats, de su época de profesor adjunto al adjunto sustituto en la Universidad de Oxford, Nuevo México. Y como trata (en parte) de una de mis obsesiones preferidas (el tiempo) pues allá que se lo pongo tal cual, sin quitar una coma ni un beba.

"Nuestra lección de hoy versará, si es que logro encontrar una rima adecuada, sobre el futuro, uno de los puntos claves en la materia que estudiamos desde hace diez minutos: el tiempo. Si lo observan detenidamente el futuro no existe, no es. Por muy buena vista que tengan jamás podrán observar el futuro, ni siquiera un poco de lejos. Si ocurre lo contrario, llámenme y díganme el nombre de su oculista. Tiempo es un concepto global. No se puede separar presente, pasado y futuro como si peláramos un plátano. No, todo es uno. El presente no existe. ¿Qué es el presente? Ahora ya no es el presente, ya es el pasado y allí no se puede regresar salvo con la memoria y otros elementos imperfectos (véase en la bibliografía anexa el guión de "Back to the Future"). Piensen, si es que hoy no les duele la cabeza del esfuerzo de ayer, piensen digo, en el simple movimiento de rascarse la nariz. Todo es pasado: Ustedes han levantado su brazo, han tocado su nariz y se la han rascado, pero no pueden decir "levanto el brazo" porque ya es pasado, el mismo movimiento les coloca en el pasado. Creo que dejaré este lado del problema porque me está volviendo loco por momentos (pasados).
Es muy difícil que podamos encerrar el presente (es un tipo peligroso), encorchetarlo, definirlo, cuando la barrera entre él y el pasado es tan infinitamente breve. Deduzco, pues, opino y asevero que el presente es tan incomprensible para el hombre como el difícil mecanismo regulador que hará posible que me toque la lotería un año de estos. Además, me parece que me estoy desviando de nuestro objetivo de hoy: el futuro.
Sí, el futuro; como el presente y un poco el pasado, el futuro es incognoscible... ¿Quién ha levantado la mano? ¿Quién osa interrumpirme? Ah, es usted Don Melquiades, como siempre. ¿Está seguro de que no le rellenaron la cabeza de hormigón? Incognoscible quiere decir que es imposible de conocer ¿me entiende? No le aconsejo que utilice esa palabra en sus relaciones íntimas porque su pareja puede tomársela como un insulto. Queda claro, pues, que el futuro es incognoscible y todo lo incognoscible tiene la facultad de poder ser imaginado. Teniendo en cuenta que somos cinco o seis mil millones de seres humanos (algunos de ellos inteligentes), y que cada uno de nosotros tiene en mayor o menor medida capacidades imaginativas, nos resulta que existen otras tantas formas diferentes de ver el futuro. Tras esta absurda tontería deductiva voy a refrescar el gaznate, si no les importa. He descubierto que la deducción y el esfuerzo continuado del cerebro combinado con el del cerebelo (de haberlo conocido) producen una sensación de sed en el cuerpo que interpreto como protesta.
Una forma original de imaginar el futuro es la de los astrólogos, futurólogos, quiromantes y políticos. Desde su punto de vista comercial, su visión es válida siempre que reciban beneficios y mejoren su nivel de vida. Ustedes, caballeretes, no se engañen. Perfectamente y con el mismo derecho pueden convertirse en adivinos, en afamados visionarios, en ex-políticos conferenciantes; sólo con un mínimo de inteligencia y una gran visión de marketing les resultará de lo más fácil lograrlo. No olviden que todo esto suele rendir más que la filosofía y la meditación interior, pese a que tengan un objetivo más sublime: llenarnos de interrogantes.
Si ustedes quieren predecir la Tercera Guerra Mundial para las ocho y veinte de la mañana de mañana, o formular la combinación ganadora de la lotería primitiva, el futuro el suyo, pueden hacer con él lo que quieran. Entonces se preguntarán (y si no lo hago yo por ustedes, vagos más que vagos): ¿Por qué no se cumplen mis predicciones? Amigos, volvemos al principio: el futuro es incognoscible. Ustedes se lo han imaginado, lo que no quiere decir que hayan atinado en lo más mínimo en el verdadero futuro futurible.
Ya suena la campana. Pueden salir al patio a dar las 18 vueltas de reglamento. Mañana hablaremos de la muerte. No dirán que no les cuento temas baladíes, ¿eh?"

3 comentarios:

  1. Ciao hombre, ti vedo bello in forma e sicuramente approfittero della
    tua saggezza e dei tuoi ultimi neuroni rimasti...... ti posto questo
    week e ti dico con calma. ciao amico . Il francese era per
    sorprenderti...... elhombre invisible

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  2. en Español...eh..

    Hola hombre invisible,
    veo que estás en forma, seguro que me aprovecharé de tu sabiduría y de las últimas neuronas que te quedan...por ahora te mando ésto, el fin de semana te escribo con calma. Te escribí en francés para sorprenderte...

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  3. Siempre he pensado eso ke tú ta´n bien expones en tu publi.
    El presente no existe.
    Siempre es pasado.
    Genial tu publi de hoy.
    Me encanta.
    Pasa un buen día.
    Yo voy a echarme una siestecita.
    Es lo ke tiene el madrugar.
    Se agradece eso de la siestecita.

    Un beso.

    Olga.

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