jueves, 7 de junio de 2007

Los piropos de otros tiempos = Galantaĵoj alitempe



Diálogo entre Enrique (señorito) y Manolita (chula de pueblo), en la obra de Armando Palacio Valdés "Maximina" (1887):

"-Pase usté, caballero, pase usté.
-De mil amores, prenda –repuso Enrique entrando en la tienda y colocándose en pie detrás de la chica.
Tornó ésta a mirarle con gesto altanero y le dijo muy seria:
-Hombre, me gusta usté por lo sinvergüenza.
-Y usted a mí por lo simpática.
-¡De veras! ¿Y desde cuándo?
-Desde la esquina que la he visto a usted.
-¡Ay qué gracia! ¿Todo eso sabía usted y se lo tenía callao?
-¿Pues a quién había de contárselo?
-A su abuela, hijo mío.
-No la tengo; la he perdido cuando era muy chiquitín.
-¡Qué mono!
-No; era más feo que ahora todavía.
-¿Y no le enseñaba su papá en la feria?
-No me acuerdo. ¡Cáspita! ¿Tan feo me juzga usted?
-Pa qué le he de engañar... Como feo, es usté más feo que azotar a un Cristo. [...]
-¡Qué saladísima y qué rica!
-Pero ¿cuándo me ha probao usté?”.

1 comentario:

  1. Uno de los mejores piropos que he leido, era ese de:
    -Espero que viva su señora madre.
    Era de un humorista español. No se si Jardiel Poncela, Tono, o uno de esos. El caracter del español apocapado también ha dado grandes frases al genero del piropo, españolisimo alegato a la hombría y a la donosura inherente a las señoritas de bien.
    Porque eso de "te voiazer un traje de saliva" y " te comería tol flujo a cucharás" no es de personas decentes ni educadas. El español impetuoso si, flatón, jamás. Jajajajaja!!!

    Pongame a los pies de su señora,
    Miguel de Mameluquino, Duque de la Ultimapregunta y Marques de Pocopuede

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