Superecológicas y supereconómicas
Todas mis superamigas se apuntan a la moda ecológica. Yo, Paris Hilton (de los Hilton de toda la vida), también. Después de ver el blog del maceto-huerto de Rafa y su posterior huerta en toda la regla (lo cual es un fastidio) me he animado a ello, oye. Rafa es un chico muy saleroso del levante hispano (que debe caer cerca de Acapulco, ¿no?). Me envió hace unos meses unos pepinos y quedéme prendada y enganchada a ellos.
Aquí os muestro mi pequeño superhuerto que he instalado en la parte de atrás de mi hotelito en Niza y os enseño lo mejor de él: Mis pepinos. Los guardo muy, muy superdentro de mí. Detrás está la Britney, pasando de todo. Ella es así (desde la prehistoria). La que no aparece por aquí ni de coña es la Nicole. Ella dice que ya tuvo bastante con el programita de televisión (The Simple Life) como para volver a poner las manos y los pies en la tierra.
El señor Botijo me ha regalado un botijo dorado de lo más chic, uno de los que ahora mismo se pueden ver en los escaparates de Tiffany's junto a unos pedruscos verdes no identificados por mi gemólogo de plantilla.
Uy, os dejo, que me tengo que ir a enseñar como usar correctamente los calabacines a un grupo de mormones de Arkansas (en realidad, me agotan, uf...)
Nota al margen del escritor a sueldo y encadenado al báter que copia estas memorias: Si se aburren con Paris (cosa normal) visiten la web de Forges. Seguro que se lo pasan mejor.
Aquí os muestro mi pequeño superhuerto que he instalado en la parte de atrás de mi hotelito en Niza y os enseño lo mejor de él: Mis pepinos. Los guardo muy, muy superdentro de mí. Detrás está la Britney, pasando de todo. Ella es así (desde la prehistoria). La que no aparece por aquí ni de coña es la Nicole. Ella dice que ya tuvo bastante con el programita de televisión (The Simple Life) como para volver a poner las manos y los pies en la tierra.
El señor Botijo me ha regalado un botijo dorado de lo más chic, uno de los que ahora mismo se pueden ver en los escaparates de Tiffany's junto a unos pedruscos verdes no identificados por mi gemólogo de plantilla.
Uy, os dejo, que me tengo que ir a enseñar como usar correctamente los calabacines a un grupo de mormones de Arkansas (en realidad, me agotan, uf...)
Nota al margen del escritor a sueldo y encadenado al báter que copia estas memorias: Si se aburren con Paris (cosa normal) visiten la web de Forges. Seguro que se lo pasan mejor.
Pues a mí me hace reir, también es verdad que soy muy fácil de hacer reir, asi que no tiene mérito alguno,jejeje
ResponderEliminarLos calabacines están rikísimos en el pisto, rellenos, en crema, en lasaña, ...
ResponderEliminarLs pobre Paris tiene mucho ke aprender.
Un beso.
Olga.