Mostrando entradas con la etiqueta tebeos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta tebeos. Mostrar todas las entradas

jueves, 27 de septiembre de 2007

Anacleto, agente secreto



Regreso al mundo del tebeo con uno de los grandes, pese a estar injustamente olvidado hoy en día (Mortadelo y Filemón son los reyes gracias al cine): ANACLETO, AGENTE SECRETO.



Creado por Manolo Vázquez en los años 60, es una parodia hispana de 007 y de las películas de espías de esos años. Vázquez, aseguró, que el modelo de Anacleto no era James Bond sino Maxwell Smart (el superagente 86). En la serie el otro personaje permanente es su jefe, un tipo gordo, calvo y con gafas, y que siempre fuma grandes puros. Vázquez tuvo especial interés en remarcar las dificultades económicas de la época con personajes pobres, como el "okupa" del ático de 13 Rue del Percebe, y muchos de sus inquilinos (no hay más que ver las trampas en el peso y en las mercancías del de la tienda de los bajos, o el tipo que vive en la alcantarilla.

Anacleto, pese acudir a las misiones más disparatadas y recibir de lo lindo, nunca recibía el sueldo ni los premios prometidos. Por eso Anacleto procura engañar siempre que puede a su jefe. Un pícaro del siglo XX. Aunque la mayoría de los episodios ocurrían en la ciudad, un sitio recurrente es el desierto del Gobi, al que muchas veces era enviado Anacleto y que constituye su mayor fobia. A veces, el malo es el propio Vázquez como personaje (como tal aparece en otras series, no sólo en Anacleto, como "El tío Vázquez").

Como curiosidad, cabe mencionar que en el número 5 del fanzine erótico granadino Espuma aparece una historia de Vázquez realmente inusual. Se trata de una historieta pornográfica en la que el propio Vázquez anima a sus criaturas más conocidas: las Hermanas Gilda y Anacleto, a practicar un menage a trois, con resultados, como se puede imaginar, escandalosos e inesperados:




domingo, 16 de septiembre de 2007

Carpanta



Carpanta es, según la Real Academia, la voz coloquial que significa "hambre desmesurada". Y eso es lo que define también al personaje de Carpanta, creado por Josep Escobar en 1947 para la revista Pulgarcito. Era para su autor (izquierdista y que llegó a estar encarcelado en la modelo de Barcelona) una crítica velada a la posguerra española en la que, sin duda, muchas capas de la población pasaban hambre, hambre de verdad. La censura franquista llegó a intentar censurar el personaje en los años 50 alegando que en esa España de Paz no se pasaba hambre. Escobar, con ironía, cambió el término "hambre" por el de "apetito".
Carpanta, hiciera lo que hiciese, salvo en contadas ocasiones, siempre terminaba sin probar bocado. Amigos como el orondo Protasio (que nunca tenía problemas para zampar y que incluso acababa comiendo el festín duramente perseguido por su amigo), o algunos personajes de otras series, como D. Ángel o Petra salían ocasionalmente, pero el único personaje fijo era Carpanta. Hombre bajito, de edad indefinida, vive debajo de un puente y ansía especialmente el pollo asado que surge en sus pensamientos y que persigue incesantemente. Su indumentaria característica es: camiseta a rayas, cuello alto (hasta taparle la boca), pajarita y la cabeza cubierta con un sombrero canotier.




Y para completar el tema, la más grande (obviamente, Lola Flores) maravillándose de cómo se la maravillaría ella maravillosamente...

viernes, 31 de agosto de 2007

martes, 28 de agosto de 2007

El profesor Franz de Copenhague



En el rescate de mis preferidos del tebeo no dudo en sacar cuanto antes al ingenioso profesor Franz de Copenhague, con sus magníficos "Grandes Inventos del TBO". En una época de penuria, hambre y escasez, el ingenio debía ayudarnos a soportar los malos tiempos. Y ¿quién pude dudar del ingenio español capaz de inventar la fregona, el autogiro, la siesta y el carajillo? Pues un profesor danés con un sentido del humor muy hispano. Los inventos del profesor Franz de Copenhague eran muy complejos y servían para cosas a menudo banales, pero muy significativas: El coche salta-vallas, melones cuadrados, dispositivo anticabello en la sopa, dispositivo anti canto del gallo...



La idea original fue del director de la revista TBO, Joaquín Buigas y sus dibujantes fueron Nit (años 40), Tínez (en los 50), Benejam, Francesc Tur y Sabatés (en los 60). Tanto Nit como Sabatés eran peritos industriales por lo que sus inventos tenían parte de credibilidad, incluso Sabatés llegó a contruir realmente alguno de ellos. Fueron tan populares que la frase "es un invento del TBO" se aplicó a todo lo que se consideraba estrafalario o absurdo.

Hasta que finalizó la serie en los años 80 se crearon casi 1500 artilugios. Ramón Sabatés murió en un asilo de Barcelona tras habérsele embargado el piso. Ediciones B ha estado reeditando, desde 1988, el material clásico de TBO... sin pagar un duro (o un euro) a los autores.



Años 40: Puerta giratoria generador (Nit)

viernes, 24 de agosto de 2007

Don Berrinche


Comienzo la sección del recuerdo con los personajes de los tebeos de la infancia y lo hago con uno de mis preferidos (aunque les parezca raro): Don Berrinche. Quizás sea porque me recuerda mi estado de ánimo en muchas ocasiones. Creado por José Peñarroya en 1948 (al igual que Gordito Relleno), era un misántropo de tomo y lomo con pimientos. Símbolo del descontento social, eterno cabreado, siempre vestía de luto riguroso, caminaba deprisa mordiendo un puro y llevaba una porra con un clavo en la punta para calmar su ansiedad en la cabeza de algún despistado. Aparecía en los tebeos "Pulgarcito" y "DDT" (de Bruguera). Para muchos es la representación del español más deplorable: intrasingente, adicto al inmovilismo, matón... José Peñarroya (republicano) burlaba así a la censura para mostrar la realidad de la España fascista; para otros es una actitud de mal genio ante la vida, un "berrinche" de impotencia ante la dura vida cotidiana.

Citando a J. A. Ramírez, D. Berrinchees una de las series mejor compuestas y narradas de Peñarroya, con un número notable de hallazgos gráficosa base de espirales, estrellitas, y líneas curvas que indican movimientos, estados de ánimo,y hasta las cualidades de las cosas”.Y, en cuanto al lenguaje, “inventa toda una fraseología sustitutiva de los consabidos tacos, la cual, durante una época, calaría hondo en muchos lectores:”

“Nitroglicerina y retropropulsión!” “Vendetta y carcoma!”... “trolebuses y filibusteros!”....”Si usted, enclenque empleadillo, me dice que no, le pulverizo!