Monumento a los Mártires de la Libertad,
en la Plaza de la Libertad, hoy Plaza de la marquesa, en Teruel.
Fue destruido por los requetés al ocupar
la ciudad en febrero de 1938.
en la Plaza de la Libertad, hoy Plaza de la marquesa, en Teruel.
Fue destruido por los requetés al ocupar
la ciudad en febrero de 1938.
Hoy quiero rescatar del olvido (generalizado, aunque hay muchos que defienden su recuerdo y desean recuperarlo para que su ciudad no pierda parte de sus mejores momentos en la historia de la lucha por la libertad), las fechas del 3 de julio y 4 de agosto de 1874. Durante ese verano de 1874, Teruel sufrió por dos veces el cerco y los intentos de asalto de las tropas carlistas. La defensa fue organizada inmediatamente por las milicias nacionales, dirigidas por los comandantes Víctor Pruneda, indómito luchador republicano, infatigable en la política y entusiasta jefe de las milicias ya en las lejanas luchas de la segunda guerra carlista), que pese a su avanzada edad se pone rápidamente a preparar a las tropas. Era popular su consigna: "vencer o morir". Le acompañaban el resto de comandantes de las milicias: Mariano Muñoz Nougués (que mantuvo su calle en Teruel, aunque hayan pasado gobiernos de derechas, dictaduras y otra guerra civil) y Ramón Gómez. La I República había "muerto" en enero de ese mismo año (disolución de las Cortes Republicanas por el General Pavía), pero en muchos lugares, como en la capital turolense, los republicanos seguían siendo la principal fuerza política y humana con la que contaba el régimen para defenderse de la amenaza real y consistente de los tradicionalistas.
Los dos grandes ataques carlistas a la capital fracasaron (3 de julio y 4 de agosto) por el ímpetu en la defensa de sus milicias y sus conciudadanos (en especial las mujeres turolenses, comparadas por algún periódico local de entonces con Agustina de Aragón), aunque los asaltantes contaran con gran diferencia de tropas a su favor. La jornada del 3 de julio fue declarada (hasta su anulación por parte de la dictadura de Franco) como fiesta local, con una procesión cívica, homenajes en el "Corral de Roquillo", uno de los puntos más disputados y con mayor número de muertos en el duro combate del 3 de julio, comidas y meriendas campestres a orillas del Turia (recordando la tradición zaragozana de la Cincomarzada), cohetes y balcones engalanados, etc. Así mismo, dos calles de Teruel cambiaron su nombre por las de "Calle del 3 de julio" (actual calle de San Martín) y "Ronda del 4 de Agosto" (hoy Ronda de Dámaso Torán). Se creó una comisión en 1876 para la construcción de un monumento para perpetuar la memoria de las gloriosas jornadas (no se inauguraría hasta el 3 de julio de 1896). En 1877 se colocó en el Ayuntamiento de Teruel una placa de mármol con los nombres de los que sucumbieron en la lucha por la libertad. Ignoro lo que habrá sido de ella, seguramente fue destrozada durante la ocupación fascista en 1938. Hasta los primeros años del siglo XX siguieron celebrándose los homenajes de la fiesta del 3 de julio.
(Para más información sobre el republicanismo turolense del siglo XIX y estos decisivos actos de las guerras carlistas consultar el libro de José Ramón Villanueva: "El republicanismo turolense durante el siglo XIX (1840-1898)", editado por Mira, Zaragoza, 1993)
Ah, se me olvidaba, como honor a esta resistencia, le fueron concedidos a la ciudad los títulos de "Muy noble" y "Heroica".
Los dos grandes ataques carlistas a la capital fracasaron (3 de julio y 4 de agosto) por el ímpetu en la defensa de sus milicias y sus conciudadanos (en especial las mujeres turolenses, comparadas por algún periódico local de entonces con Agustina de Aragón), aunque los asaltantes contaran con gran diferencia de tropas a su favor. La jornada del 3 de julio fue declarada (hasta su anulación por parte de la dictadura de Franco) como fiesta local, con una procesión cívica, homenajes en el "Corral de Roquillo", uno de los puntos más disputados y con mayor número de muertos en el duro combate del 3 de julio, comidas y meriendas campestres a orillas del Turia (recordando la tradición zaragozana de la Cincomarzada), cohetes y balcones engalanados, etc. Así mismo, dos calles de Teruel cambiaron su nombre por las de "Calle del 3 de julio" (actual calle de San Martín) y "Ronda del 4 de Agosto" (hoy Ronda de Dámaso Torán). Se creó una comisión en 1876 para la construcción de un monumento para perpetuar la memoria de las gloriosas jornadas (no se inauguraría hasta el 3 de julio de 1896). En 1877 se colocó en el Ayuntamiento de Teruel una placa de mármol con los nombres de los que sucumbieron en la lucha por la libertad. Ignoro lo que habrá sido de ella, seguramente fue destrozada durante la ocupación fascista en 1938. Hasta los primeros años del siglo XX siguieron celebrándose los homenajes de la fiesta del 3 de julio.
(Para más información sobre el republicanismo turolense del siglo XIX y estos decisivos actos de las guerras carlistas consultar el libro de José Ramón Villanueva: "El republicanismo turolense durante el siglo XIX (1840-1898)", editado por Mira, Zaragoza, 1993)
Ah, se me olvidaba, como honor a esta resistencia, le fueron concedidos a la ciudad los títulos de "Muy noble" y "Heroica".
Hola amigo mío.
ResponderEliminarTe echo de menos por mi rincón.
Espero ke todo vaya bien.
Un beso.
Olga.
Me ha encantado este artículo. Enhorabuena.
ResponderEliminarPenneys