El sobrino del profesor Galimatías Prats, nuestro experto eurovisivo, nos manda una corta reseña del festival. Se le ha visto muy alicaido tras el sábado noche. Os dejo sus comentarios:
Eurovisión 2009 fue el festival más aburrido en años y decir eso, tras los tostones de años anteriores, ya es aburrirse de veras. Tras los "frikismos" del año pasado, y la caza al homosexual, sea cantante o eurofan, desde las autoridades municipales de Moscú (y que se reflejó también previamente en las canciones y artistas presentados), todo se volvió muy gris (pero gris gris, ni siquiera gris marengo, un gris con clase). Nadie, ni un sólo país de la final, tuvo una apuesta arriesgada, ni en la canción ni en la presentación (pese a la bancarrota de la opción de la televisión ucraniana tirando todos los efectos posibles por la ventana). Noruega ganó con un "estándar" años 90 de lo más plano (pese a los violines y el tono de melancolía sesentera algo melodramática). Y España... Luego lo comentamos.
Como decía en mi previa, iba a ganar un país del Este o un escandinavo. Tocaba alternancia (como en la política) y nos tocó un escandinavo. Y encima la realización pésima: ¡¡Casi no sacaron a Dita von Teese!! Y eso que no era muy escandaloso, pero verla (al final de la canción alemana) con ese corsé ultrarrepreto y su fusta... ayyyyyyyyy... ¿en qué estaría pensando el realizador moscovita? Además, Alemania era la apuesta más arriesgada (con cierto tono Cotton Club). Una canción pegadiza con unas chicas m-a-r-a-v-i-l-l-o-s-a-s y Dita. Dita en el sofá. Dita fuera de plano. Dita insinuante quitándose ropa... en nuestra imaginación, porque no vimos nada.
Todo lo demás fue muy plano. Quizás tuvo algún detalle Portugal (tono popular folk lusitano), Estonia (otra con violines... pero es que me excita mucho una chica tocando el violín, todo hay que decirlo). Y Armenia (me encantaron sus trajes). Eso sí, este año hubo más versiones en idioma original. Y eso es una buena señal (aunque nosotros, en ese aspecto, vamos hacia atrás). El único detalle gaypower fue el del representante de Grecia (tremendamente parecido a nuestro Cantizano televisivo). Lo que no llegué a contar es cuantas veces hizo el salto del tigre a lo largo de su actuación.
Y España. Penúltima. Y mira que lo avisé. Salimos los últimos, que no sea una señal. Pues lo fue. Nada que decir a la actuación de Soraya. Defendió muy bien un tema bastante anodino y de fábrica eurovisiva. No daba para más esa canción. No nos quejemos. El único detalle que me gustó fue el truco de magia haciendo desaparecer a Soraya. El resto (coreografía, vestuario, etc.), era bastante pobre. En fin, decimos que no nos votan, pero a lo mejor es que no gustan nuestras propuestas. Gran Bretaña quedó mejor (tras los descalabros de años anteriores), con una horterada de canción de musical de los de ahora, pero también hemos visto que Alemania tampoco mejoró. El festival del siglo XXI es así, nos guste o no.
Eurovisión 2009 fue el festival más aburrido en años y decir eso, tras los tostones de años anteriores, ya es aburrirse de veras. Tras los "frikismos" del año pasado, y la caza al homosexual, sea cantante o eurofan, desde las autoridades municipales de Moscú (y que se reflejó también previamente en las canciones y artistas presentados), todo se volvió muy gris (pero gris gris, ni siquiera gris marengo, un gris con clase). Nadie, ni un sólo país de la final, tuvo una apuesta arriesgada, ni en la canción ni en la presentación (pese a la bancarrota de la opción de la televisión ucraniana tirando todos los efectos posibles por la ventana). Noruega ganó con un "estándar" años 90 de lo más plano (pese a los violines y el tono de melancolía sesentera algo melodramática). Y España... Luego lo comentamos.
Como decía en mi previa, iba a ganar un país del Este o un escandinavo. Tocaba alternancia (como en la política) y nos tocó un escandinavo. Y encima la realización pésima: ¡¡Casi no sacaron a Dita von Teese!! Y eso que no era muy escandaloso, pero verla (al final de la canción alemana) con ese corsé ultrarrepreto y su fusta... ayyyyyyyyy... ¿en qué estaría pensando el realizador moscovita? Además, Alemania era la apuesta más arriesgada (con cierto tono Cotton Club). Una canción pegadiza con unas chicas m-a-r-a-v-i-l-l-o-s-a-s y Dita. Dita en el sofá. Dita fuera de plano. Dita insinuante quitándose ropa... en nuestra imaginación, porque no vimos nada.
Todo lo demás fue muy plano. Quizás tuvo algún detalle Portugal (tono popular folk lusitano), Estonia (otra con violines... pero es que me excita mucho una chica tocando el violín, todo hay que decirlo). Y Armenia (me encantaron sus trajes). Eso sí, este año hubo más versiones en idioma original. Y eso es una buena señal (aunque nosotros, en ese aspecto, vamos hacia atrás). El único detalle gaypower fue el del representante de Grecia (tremendamente parecido a nuestro Cantizano televisivo). Lo que no llegué a contar es cuantas veces hizo el salto del tigre a lo largo de su actuación.
Y España. Penúltima. Y mira que lo avisé. Salimos los últimos, que no sea una señal. Pues lo fue. Nada que decir a la actuación de Soraya. Defendió muy bien un tema bastante anodino y de fábrica eurovisiva. No daba para más esa canción. No nos quejemos. El único detalle que me gustó fue el truco de magia haciendo desaparecer a Soraya. El resto (coreografía, vestuario, etc.), era bastante pobre. En fin, decimos que no nos votan, pero a lo mejor es que no gustan nuestras propuestas. Gran Bretaña quedó mejor (tras los descalabros de años anteriores), con una horterada de canción de musical de los de ahora, pero también hemos visto que Alemania tampoco mejoró. El festival del siglo XXI es así, nos guste o no.
Lo de Dita fue inaceptable, por fin alguien que tiene clase en Eurovisión!!
ResponderEliminarYo de pequeñico era muy de Eurovisión, con votaciones en familia y todo. Luego le perdí la pista hasta que el otro día vi un ratito.
ResponderEliminarLo mejor el recinto en el que se desarrolló la cosa. Tremendo. También alguna que otra pibita que salió por allí.
Lo peor "el tostón" de las votaciones. Interminables y carentes de emoción.
Soraya sigue estando muy rica y lo de Noruega no me disgustó. En fin.
Saludos postfrikistas.
Lo de Dita, imperdonable. Las votaciones, sin criterio. El ganador, el que tenga más países alrededor o su señal de tv alcance más países, seguramente siempre será un país del Este o un nórdico. Los tradicionales España, Francia, Italia, GB, Portugal, ya se pueden ir olvidando salvo que presenten algo tremendo.
ResponderEliminarEso si, pibonas, creo que cada año más.
Le he dado las gracias a usted y a mi prima publicamente en mi blog.
No estoy de acuerdo con lo de Soraya. Cantó muy bien y la canción la defendió muy bien y, si la canción no es para tirar cohetes, es mucho mejor que muchas de las que vimos. Mejor que la de Grecia, que aburre de "siemprelomismodesdequeganaron", o de Turquia, que aburre de "siemprelomismodesdehaceaños" (turkipop), o que las dos hermanas esas que daba miedo verlas y oirlas con esas trenzas tan folk y esa cama redonda de harem. Por mucho que queramos buscar disculpas para el mal resultado de España, estas no están ni en Soraya ni en la canción, debimos quedar mucho mejor.
ResponderEliminarAunque el Festival me dejó con mal sabor de boca (un año más)y me aburrió las votaciones, hay que reconocer que la organización técnica fue EXCELENTE, el mejor año, las representaciones mejores, menos Frikis y Dita nos dejó con ganas de verla más. Sobraron esos presentadores tan "cutres" y tan chillones y Soraya demostró que tenemos en España una "show-woman" que tiene muchas cosas que mostrarnos en el futuro.
Suerte Soraya y quedate con lo mejor de lo que hicistes en Eurovisión, no con el resultado.
El frikismo ha de ser inherente a Eurovisión. Y lo indie. Estamos en el siglo XXI.
ResponderEliminarYa sé que no soy Eurofan (personaje que me da repelús por su talibánvisión de un espectáculo anacrónico -que por eso mola, por su anacronismo-), pero Alf Poier marcó un antes y un después.
Yo al menos quiero ver cosas divertidas.
Y actuaciones como las del año pasado de gente de peso como pudieron ser Sébastien Tellier, y si hubiéramos sido listos el año pasado y hubiéramos enviado a La Casa Azul con La Revolución Sexual .Chikilikuatre tampoco estuvo mal (como se puede comprobar con la clasificación)
Por mucho que queramos defender a Soraya, una canción mil veces oída, con cutreballet, es una mierda.
No saben lo que es el riesgo, el humor, ni la música. Solo lo monolítico de la canción pensada para ser un hit hace 20 años...
Pues fíjate q leyendo aquí casi me alegro de no haber podido ver Eurovisión este año.
ResponderEliminarLa canción de Soraya, anodina total.
Me gustan los festivales de eurovisión anacrónicos y kichts, y si tienen un toque pacato, mejor q mejor. Para supershows a la americana ya tenemos la entrega de los Grammys.
saluts!