Happy Birthday, Mr. Kong!

King Kong (1933)

El pasado domingo el rey (que no Elvis) Kong cumplió 75 añitos. ¡Cómo pasa el tiempo! Parece que fue ayer cuando, siendo niño, me asusté como nunca lo había hecho antes viendo la película de 1933 en la vieja tele en blanco y negro. Vivía entonces en Leuret, en un quinto piso, y pensaba que iba a ver aparecer su enorme ojo en la ventana al irme a dormir. El resto se lo pueden imaginar.

Sin embargo, con el tiempo, el miedo se transformó en admiración y desde entonces soy un fanático de King Kong, tanto que en nuestra casa (ver foto) su imagen preside la entrada. Es lo primero que ven nuestras visitas al entrar (je, je...) También se pueden ver algunos botijos en el suelo, pero eso son regalos del señor Ubé.

Vanderville (2008)

De las películas de King Kong me quedo, por supuesto, con la original de 1933, dirigida por M. C. Cooper y E. B. Schoedesack, y con la estupenda Fay Wray como rubio objeto del deseo de Kong. Los gritos de Fay son ya historia del cine. Incluso en la celebración del domingo en Nueva York (porque King Kong es uno de los emblemas más característicos de la mítica ciudad) hubo un concurso de gritos en su honor.

Fay Wray, en King Kong (1933)

Hubo otras muchas secuelas, como la de 1976 con Jessica Lange. Guapa, Jessica, pero sosa, sosa, sosa. Sólo se salva la escena del juego dactilar de Kong. También se llegó a enfrentar a su alter ego japonés, Godzilla, en 1962; en este caso tuvieron que "agrandar" a Kong para que no resultara enano frente a Godzilla.

King Kong (1976)

La versión de 2005 de Peter Jackson es la mejor en cuanto efectos especiales. También es la que mejor capta la relación de amor entre Kong y "la rubia" Ann Darrow, una bellísima Naomi Watts. No me defraudó (y eso que soy un excéptico redomado con las versiones).

King Kong (2005), dir. Peter Jackson

Pues eso, ¡Feliz cumpleaños, Kong! Y que cumplas muchos más. Siempre nos quedará poner rumbo a la Isla Calavera para pasar una buena dosis de terror, humor y amor.