J.M.W. Turner:
"El Temeraire remolcado a dique seco"
"The Fighting Temeraire" (1839)
"El Temeraire remolcado a dique seco"
"The Fighting Temeraire" (1839)
Hoy inicio una nueva sección en este Diario dedicada a mis cuadros favoritos o por los que siento una especial atracción. Es un juego, ya que no podría tener los originales (ni lo deseo, esa pasión por poseerlo todo me parece demasiado humana), pero quiero destacarlos aquí, en la sala que he creado especialmente en el Faro de Leuret.
Y comienzo con un cuadro de 1839, obra de Joseph Mallord William Turner , que siempre me ha encantado por los símbolos que veo en él y por la técnica utilizada por el pintor. Actualmente se guarda en la National Gallery de Londres. Sus medidas son 90-60-90, digo, 122 x 91 cm. El propio Turner fue testigo en 1838 del momento en el que el HMS Temeraire, buque insignia de la flota inglesa desde finales del XVIII (fue uno de los más destacados en la batalla de Trafalgar) era remolcado para su destino final: el desguace.
Todo son símbolos. Lo viejo, con su peso de gloria, es desplazado sin remedio (pese a su dignidad evidente) y arrastrado a su fin por un pequeño y negro buque a vapor. Una nueva era que acaba con la anterior sin mirar atrás, confiada en sus fuerzas motoras. El velero tiene un aspecto fantasmagórico porque ya es un fantasma. Es el cambio de una época, pero también es el símbolo del paso del tiempo, de la vejez, la misma que en esos momentos sentía el depresivo autor. Turner era un maestro de la luz y lo demuestra ampliamente en este cuadro. El propio sol de poniente y la luna contribuyen a reforzar el simbolismo. Impresionistas y Abstractos han estudiado con detalle su destreza en este aspecto (como en el cuadro "Lluvia, vapor, velocidad", de 1844, otro de mis preferidos y que también pasará por esta pinacoteca invisible).
Y comienzo con un cuadro de 1839, obra de Joseph Mallord William Turner , que siempre me ha encantado por los símbolos que veo en él y por la técnica utilizada por el pintor. Actualmente se guarda en la National Gallery de Londres. Sus medidas son 90-60-90, digo, 122 x 91 cm. El propio Turner fue testigo en 1838 del momento en el que el HMS Temeraire, buque insignia de la flota inglesa desde finales del XVIII (fue uno de los más destacados en la batalla de Trafalgar) era remolcado para su destino final: el desguace.
Todo son símbolos. Lo viejo, con su peso de gloria, es desplazado sin remedio (pese a su dignidad evidente) y arrastrado a su fin por un pequeño y negro buque a vapor. Una nueva era que acaba con la anterior sin mirar atrás, confiada en sus fuerzas motoras. El velero tiene un aspecto fantasmagórico porque ya es un fantasma. Es el cambio de una época, pero también es el símbolo del paso del tiempo, de la vejez, la misma que en esos momentos sentía el depresivo autor. Turner era un maestro de la luz y lo demuestra ampliamente en este cuadro. El propio sol de poniente y la luna contribuyen a reforzar el simbolismo. Impresionistas y Abstractos han estudiado con detalle su destreza en este aspecto (como en el cuadro "Lluvia, vapor, velocidad", de 1844, otro de mis preferidos y que también pasará por esta pinacoteca invisible).
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