Recuerdo despertarme con un sonido monótono e insistente. Mantenía los ojos cerrados y sentía una agradable sensación. La lavadora estaba en el cuarto de baño, cuarto pegado a nuestro dormitorio. Era una lavadora antigua, sin tapa superior, de esas que se llenaban con una goma y sólo tenían una especie de ventilador que daba vueltas a la ropa e iba creando un montón de espuma. Cuando me levantaba de la cama me acercaba a la lavadora y jugaba con la espuma que iba creciendo y desapareciendo a cada vuelta de las aspas. Me gustaba ver como la ropa iba también apareciendo y desapareciendo, engullida como por un extraño animal de las profundidades marinas.
Hasta aquí el texto que la señorita Galimatías Prats ha logrado seleccionar entre las memorias de nuestro Hombre Invisible. ¿Que no lo ven? Hay truco para verlo, pero tendrán que adivinarlo. Adjunto la portada del Play Boy de diciembre de 1965 para ponernos en antecedentes, o simplemente para ponernos.
Y tras ver a la Miss December 1965, añadimos que... no tenemos más que decir.
Bueno sí: das ist die reinste Beutelschneiderei! (A robar ¡a Sierra Morena!)
Chispón.
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