Leuret es el nombre de la población que no me vió nacer. Sus habitantes siempre están mirando para otro lado y no atienden a lo fundamental: a mí. Tanto amo a Leuret que bauticé a mi velero con ese nombre. Nunca antes surcó los mares un barco así llamado y por eso estoy orgulloso de él. En Leuret tenemos sol y nubes, un perro que ladra por la tarde, vencejos enloquecidos que enloquecen con sus piruetas y sus gritos, tenemos días de tormenta y días de sol aburrido de salir y ponerse, salir y ponerse... Un día no salió pero como estábamos mirando para otro lado no nos dimos cuenta. Hay en Leuret un casino con salón azul y salón rojo. El rojo está un poco desvaido a la fuerza de años de dictadura azul. Ahora sólo se usa para jugar a las cartas y ver pasar los coches en la plaza. Si hay coches. Si hay plaza. En Leuret hay lunes, martes, miércoles, jueves y viernes. No hay más porque somos pobres. Tenemos hierba y hormigas, que andan siempre algo despistadas. Hay ruidos extraños y ruidos de todos conocidos, y rachas de aire que doblan las esquinas para dar sustos. Tenemos frío en las mañanas, frío en las noches y frío en los corazones. Todo se contagia. Viven en Leuret gentes de toda condición sin saber muy bien por qué. Aclaro que no saben por qué viven allí, pero desconocen que la verdad es que ni siquiera saben por qué viven. Un día hablaré de los atardeceres magníficos de Leuret, como de sangre derramada por los viejos dioses, hablaré de su mar inexistente pero tan presente que se escucha su rumor en las mañanas de mayo, nombraré sus calles, sus piedrecillas en los adoquines, sus sombras tímidas, su olor a vacío. Tened confianza y esperad.
Estamos ya cerca de las Azores. Pronto veremos sus verdes costas. Me duermo pensando en Leuret, como casi siempre. Hasta mañana, si me acuerdo de que todavía seguís ahí.
Estamos ya cerca de las Azores. Pronto veremos sus verdes costas. Me duermo pensando en Leuret, como casi siempre. Hasta mañana, si me acuerdo de que todavía seguís ahí.
El humor nos salvará la vida a todos, querido hombrebotijoinvisible...
ResponderEliminarAgur, le digo pues en euskaldun, desde Kastro del Ibai*, Kórdoba.
*Ibai = Río en vasco...
Aunque parezcamos folkóricas su blog es muy entretenido (y la diversión es la madre de la eternidad)
Nunca olvidaré mis visitas a Leuret!! Q bien escribe, SR Invisible!!
ResponderEliminar¡Gracias, Rafa! ;-)
Eliminar