Alfred Rodríguez Picó. El Periódico (30/04/2007)
Si nos preguntan cual es la isla más lluviosa del planeta, sin lugar a dudas diremos que es la Reunión, situada al este de Madagascar. Hay otras islas más grandes, como Nueva Zelanda, donde en su isla meridional y en la vertiente oeste de sus montañas hay registros de precipitación muy importantes. Pero Reunión posee en su interior montañas como la Cumbre de las Nieves de 3.070 metros o la Cumbre de Fournaise de 2.631 metros que hacen de palanca para que los vientos dominantes del este adquieran más ímpetu y descarguen cantidades de lluvia enormes. El observatorio de Les Hautes de Ste. Rose registra una media al año de 11.000 litros por metro cuadrado, uno de los cinco puntos con más lluvia del planeta.
El mes en el que llueve más en el año es febrero y precisamente hacia finales del pasado mes de febrero el ciclón tropical Gamede arrojó lluvias torrenciales entre los días 23 y 27. En Cilaos en 4 días cayeron 2.600 litros y pluviómetros situados en la vertiente este del volcán Piton de la Fournaise recogieron hasta 4.800 litros en 4 días, es decir 8 veces la lluvia que cae en un año en Barcelona. La isla de Reunión posee 2 récords mundiales: la precipitación más elevada en 24 horas con 1.880 litros el 16 de marzo de 1952 y la lluvia más intensa en una hora con 261 litros. Sin embargo en su costa oeste, protegida de las lluvias torrenciales por las mismas montañas, la precipitación total en un año apenas alcanza los 1.000 litros. Debido a la extraordinaria pluviosidad, en su interior hay paisajes exuberantes de vegetación o cascadas espectaculares cayendo en profundos cráteres.
Más cosas sobre la Isla:
Las principales visitas
Saint-Denis. En la capital de la isla destacan el edificio de la Prefactura, el paseo Barachois, las casas coloniales de la Rue de Paris y los jardines, sobre todo el Jardin de l’État.
Casa de la vainilla. En Saint-André, este museo explica el proceso ancestral de la planta.
Hell-Bourg. Maravilloso pueblo de montaña de tradición termal situado en el no menos espectacular circo de Salazie.
Circo de Mafate. El paisaje creado por el hundimiento del viejo macizo volcánico y por la erosión de las fuertes lluvias es magnífico. Se puede recorrer a pie o en viajes en helicóptero.
Valle de Takamaka. Este valle despoblado se conoce como el «país de las cascadas» por su gran número de saltos de agua.
Volcán de la Fournaise. Desde el Pas-de Bellecombe se obtiene una buena vista sobre la chimenea de este volcán activo. Se puede caminar por el cráter y por el cercano paisaje lunar de la Plaine des Sables.
Salvaje Sur. La costa sureste de la isla se caracteriza por el fuerte viento que bate los acantilados formados por las emanaciones de lava del volcán.
Grande Anse. Esta bonita y plácida playa cercana a Petite-Île es la excepción a las bravas playas del Salvaje Sur.
El mes en el que llueve más en el año es febrero y precisamente hacia finales del pasado mes de febrero el ciclón tropical Gamede arrojó lluvias torrenciales entre los días 23 y 27. En Cilaos en 4 días cayeron 2.600 litros y pluviómetros situados en la vertiente este del volcán Piton de la Fournaise recogieron hasta 4.800 litros en 4 días, es decir 8 veces la lluvia que cae en un año en Barcelona. La isla de Reunión posee 2 récords mundiales: la precipitación más elevada en 24 horas con 1.880 litros el 16 de marzo de 1952 y la lluvia más intensa en una hora con 261 litros. Sin embargo en su costa oeste, protegida de las lluvias torrenciales por las mismas montañas, la precipitación total en un año apenas alcanza los 1.000 litros. Debido a la extraordinaria pluviosidad, en su interior hay paisajes exuberantes de vegetación o cascadas espectaculares cayendo en profundos cráteres.
Más cosas sobre la Isla:
Las principales visitas
Saint-Denis. En la capital de la isla destacan el edificio de la Prefactura, el paseo Barachois, las casas coloniales de la Rue de Paris y los jardines, sobre todo el Jardin de l’État.
Casa de la vainilla. En Saint-André, este museo explica el proceso ancestral de la planta.
Hell-Bourg. Maravilloso pueblo de montaña de tradición termal situado en el no menos espectacular circo de Salazie.
Circo de Mafate. El paisaje creado por el hundimiento del viejo macizo volcánico y por la erosión de las fuertes lluvias es magnífico. Se puede recorrer a pie o en viajes en helicóptero.
Valle de Takamaka. Este valle despoblado se conoce como el «país de las cascadas» por su gran número de saltos de agua.
Volcán de la Fournaise. Desde el Pas-de Bellecombe se obtiene una buena vista sobre la chimenea de este volcán activo. Se puede caminar por el cráter y por el cercano paisaje lunar de la Plaine des Sables.
Salvaje Sur. La costa sureste de la isla se caracteriza por el fuerte viento que bate los acantilados formados por las emanaciones de lava del volcán.
Grande Anse. Esta bonita y plácida playa cercana a Petite-Île es la excepción a las bravas playas del Salvaje Sur.
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