lunes, 21 de mayo de 2007

Cantavieja (Kantuondulino)



Calmando los sentimientos, esperando que la mejoría del pater familias llegue pronto (está en ello y todo rueda, de momento, bien), no deseo ponerme trascendente ni tampoco intrascendente. Regreso, por lo tanto, a mi serie dedicada a las curiosidades toponímicas de esta Hispania nuestra. Hoy, acudo de nuevo a mi Teruel del alma mía, granero de nombres asombrosos y literarios, y en concreto a una de sus zonas más fantásticas (en todos los sentidos): el Maestrazgo. Allí encontramos el pueblo del día: Cantavieja (Singingoldwoman, que dicho así parece uno de los nombres raros galeses que tienen más de 40 letras). Uno a este pueblo otro turolense a la que dedicaré otro espacio aparte, pero aprovecho la coyuntura para introducirlo ahora: La Hoz de la Vieja (The Old woman' Sickle).

Sigamos con Cantavieja. Es la capital del Maestrazgo. Está situada a 1300 metros de altitud y cuenta con cerca de 850 habitantes (que parecen pocos, pero para una provincia como Teruel ya hacen de ella un nucleo de población considerable). Destaca sobre todo por la belleza de sus edificaciones y su historia (la medieval, lejana pero aún presente; y la contemporánea, con las guerras carlistas como protagonistas absolutas). Fue sede templaria (luego de la orden de San Juan de Jerusalén). Durante la primera guerra carlista (1833-40) Cabrera (el "Tigre del Maestrazgo") hizo de ella su centro de operaciones. En la tercera guerra carlista (1872-1875) volvió a ponerse del lado absolutista de manos de Marco de Bello. En fin, todo un pasado belicoso y duro, que no quita para que se note una melancolía extraña en sus paisajes y en sus casas, como un barniz literario que deja ver la dura realidad pero que la transforma. No sé si alguien lo ha entendido. Si es así que venga y nos lo explique (perdón por esta burda imitación de Marx -Groucho-).

Hay que disfrutar de su plaza (una de las más bellas que he visto) y su ayuntamiento, en el que una cita en latín nos advierte: Quien gobierna esta Casa odia la Maldad, ama la Paz, castiga los Crímenes, conserva los Derechos y honra a los Honestos.

2 comentarios:

  1. Cantavieja, tiene un arte, un poder y su gente...y sus comidas... y sus paisajes...
    bueno todo el maestrazgo es un encantoooooooooooooooooooo
    bss

    ResponderEliminar
  2. Un día que me vaya a pasearme por Teruel, ya lo buscaré para que me haga de cicerone.
    A mi no me gusta mucho viajar, pero ir a los pueblos me encanta, sobre todo si miran con extrañeza a la gente forastera, porque sin duda es que no están pervertidos por el turismo, cosa fea donde las haya...

    A pasarlo bien, querido hombre invisible... aunque yo, lo que es yo, lo veo, jejeje...

    ResponderEliminar