Vázquez-Prada y Angélica Morales presentan dos nuevos libros.
Puesta de largo de “Retorno a la ciudad del viento” y “Piel de lagarta”
Los escritores Ricardo Vázquez-Prada y Angélica Morales repitieron ayer “pareja de hecho literaria” para presentar los dos últimos libros que han publicado y que llevan su firma, “Retorno a la ciudad del viento” y “Piel de lagarta”, respectivamente, ambos inscritos en la colección “Cantela”, editados por Libros Certeza.
Angélica Morales, Óscar Sipán y Ricardo Vázquez-Prada,
ayer en la Librería Anónima. - VÍCTOR IBÁÑEZ
ayer en la Librería Anónima. - VÍCTOR IBÁÑEZ
HUESCA.- Vázquez-Prada y Morales, que compartieron estrado para presentar hace unos meses las biografías de Gaspar Sanz y “Benedicto XIII, el Papa Luna: El hombre que fue piedra”, hablaron ayer de sus obras más recientes en un acto celebrado en la Librería Anónima, introducido por su propietario, José María Aniés, y enriquecido también con la intervención del escritor Óscar Sipán. “Angélica juega con la realidad como el vigilante de un museo nocturno con las piezas descatalogadas”, dijo este último, quien aseguró además de “Piel de lagarta” que se trata de un libro muy erótico, con personajes novedosos, original e intenso y cargado de ironía y acidez. “Hasta la portada es contundente, aunque ella quería más tacón”, sonrió.
“Piel de Lagarta” versa sobre zapatos, “sobre cosas pequeñas en las que nos empeñamos”, explicó la autora a este periódico. Angélica Morales ha querido hacer de lo cotidiano algo importante y hablar de cuestiones como la inseguridad, la incomunicación o el desamor. Se trata de un libro muy onírico, rebozado en poesía y que en ocasiones recuerda a Alicia detrás del espejo. “Son cuentos en los que se mezcla la realidad con la ficción, el absurdo con el surrealismo”, indica la escritora, quien, al igual que en la biografía de El Papa Luna, su primer libro publicado, riega sus historias con mucho sentido del humor. “El humor es por lo que yo apuesto en la literatura”, subraya.
En la portada del libro, aparece un llamativo zapato verde de tacón, forrado con piel lagarto. Durante la presentación, Angélica Morales explicó la fascinación que la sonoridad de la palabra “lagarta” ejercía sobre ella, cuando la pronunciaban los labios de su abuela...
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Myriam MARTÍNEZ
No deja de ser eso de que nustra patria es la infancia, querido Invisible.
ResponderEliminarLo que describo me pasó diez minutos antes de escribirlo.
La sensación de tiempo parado...
es genial.
Pero por desgracia sigue, así que me pondre de nuevo rumbo a la imprenta para hacer unas invitaciones de boda (Dios mío, ¡que prosaico!)
Jajajaja
Le dejo en su biblioteca entre estantes y volúmenes.