martes, 27 de febrero de 2007

Benedicto XIII regresa a la prensa

Tarde, pero más vale tarde que nunca, como advierte la sabiduría popular. Así nos llega la entrevista que Javier Atienza hizo a Angélica Morales para Aragón Digital y que reproducimos a continuación.

Aragón Digital. Entrevistas. 25/02/2007
Javier Atienza.



La escritora, actriz y autora teatral turolense Angélica Morales acaba de publicar “Benedicto XIII, el Papa Luna. El hombre que fue piedra”, editado por DELSAN en su colección Personajes. La obra narra con un ritmo vertiginoso y a golpe de aventuras la vida del aragonés Don Pedro Martínez de Luna, uno de los protagonistas del Cisma.

Teruel.- Angélica Morales, escritora nacida en Teruel pero que en la actualidad reside en Huesca, asegura que la figura de Benedicto XIII es fascinante en el plano humano y que se trata de un personaje que “embauca y enamora”. Su novela cuenta la vida de este aragonés que llegó a ser Papa en el periodo más convulso de la Iglesia Católica: el Cisma de Occidente. Con una rica documentación y un ritmo de aventuras, el lector puede conocer de primera mano la vida del Papa Luna y su contexto histórico. El libro está ilustrado por el también turolense José Ubé.



Pregunta.- ¿Cómo se metió usted en la confección de esta novela?
Respuesta.- Fue un encargo de Javier Aguirre, de la editorial DELSAN. El tema se lo habían propuesto a un escritor zaragozano, pero no pudo hacerlo, y entonces me lo ofrecieron a mí dándome un plazo de dos semanas para decidirme. Además, la propuesta fue en el mes de mayo y la novela tenía que estar escrita en septiembre. Al poco tiempo me decidí y pasé todo el verano con el Papa Luna. Fue como si Benedicto XIII hubiera venido a mí, en lugar de ir yo a él.

P.- ¿Qué sabía de Benedicto XIII antes de comenzar la novela?
R.- Conocía el tema mínimamente, porque yo soy actriz, aunque también he practicado la escritura de guiones. Por otra parte, soy licenciada en Historia Antigua, especialidad que nada tiene que ver con la época de este Papa. De todos modos, cuando empiezas a estudiar a Benedicto XIII el tema te engancha, ya que se trata de un ser carismático y embaucador, es un personaje que te enamora.

P.- Teniendo en cuenta la importancia de la figura histórica de Benedicto XIII, ¿ha tenido que manejar mucha información para escribir este libro?
R.- Sí, mucha. En realidad, toda la que cayó en mis manos, hasta una obra de teatro que se escribió sobre él. Una vez recopilada la fui organizando por medio de libretas y perfilando el personaje. Yo quería que fuera como una novela de aventuras, tipo Alejandro Dumas o Emilio Salgari. Tenía muy claro que en esta obra el Papa Luna debía de participar, y que no fuese como un personaje de cartón piedra, al igual que el resto de personajes. Quería que todos hablaran de él para conocerlo desde distintos puntos de vista.

P.- ¿Siempre tuvo claro que ese sería el ritmo de la novela?
R.- Sí, desde el principio, es como si Benedicto XIII me lo susurrara al oído. Quería hacerlo aventurero, no deseaba una biografía al uso, desde que el personaje nace hasta que muere. La novela está planteada al revés, comienza por la mitad de su vida y en medio de una aventura. En realidad cada capítulo es como si se tratara de una novela por entregas.

P.- ¿Cuánto hay de realidad y de ficción en su obra?
R.- La historia es verdadera, no me invento nada ni modifico su vida. Simplemente, me ayudo de ella para crear una narración desde mi punto de vista personal. La novela está muy bien documentada históricamente, con detalles poco conocidos de la vida de Benedicto XIII, e incluso he incluido discursos reales del Papa Luna en la misma. Todo lo que ocurrió está puesto en la obra, lo que yo me invento no interfiere para nada en los hechos reales, como sucede con el personaje del narrador, Vicente Sarriá.

P.- Después de haber pasado tanto tiempo con Benedicto XIII, ¿cómo lo describiría?
R.- Como una persona honesta, amigo de sus amigos y que puede reírse de sí mismo. Es un hombre que sufre, que tiene rabia, que llora en algún momento. En definitiva, un personaje encantador, porque el Papa Luna es un hombre que entiende y que entretiene tanto a sus amigos como a sus enemigos. Esto lo demuestra el hecho de que un discípulo suyo le pregunta en un momento de la trama "¿Santidad, habéis odiado alguna vez?".

P.- En su novela aparecen otros personajes históricos como Francés de Aranda, ¿qué papel juega en la misma?
R.- Francisco de Aranda, que fue representante de Aragón en el Compromiso de Caspe y que ha pasado a la historia como Francés de Aranda, es un hombre magnífico con un corazón de oro, pero que se queja por todo y de todo. Defiende a capa y espada a Benedicto XIII y, aunque en ocasiones le recrimina cosas, se quieren con locura y se respetan enormemente. Cuando fallece el Papa Luna en Peñíscola, Francés de Aranda está ya en Teruel para poner en marcha la Santa Limosna.

Angélica Morales junto al monumento a Francés de Aranda, en Teruel,

sobre el que también escribe en su libro. (Fotografías: Javier Atienza)

P.- El Papa Luna ha sido uno de los personajes más controvertidos de la historia, llegando incluso a negar su legitimidad como Pontífice. ¿Cuál es su opinión?
R.- La historiografía ha demostrado que Benedicto XIII era un Papa legítimo y que ningún Concilio tenía derecho a deponerlo, a pesar de ser considerado el Antipapa. De hecho, en Illueca, donde nació, están buscando cómo llegar al Papa actual y que le quite este sambenito, En realidad, él era el único cardenal vivo antes del Cisma y, por lo tanto, el único que podía nombrar Papa; incluso a sí mismo. En cierto modo, con mi libro pretendo lavar la imagen de Benedicto XIII y acomodarla a la historiografía actual, que lo considera un Papa legítimo y echa por tierra muchas de sus leyendas negras que fueron propagadas por la misma Iglesia.


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