En el buque fantasma "Ciudad de Huesca" hemos encontrado pasajeros. Como lo oyen. Todos pertenecían a una compañía de variedades que viajaban a Melilla para actuar en sus fiestas en 1965. Sé que dichas fiestas son en honor a la Virgen de la Victoria, lo que no sé es a qué victoria se refiere. Yo recuerdo mucho a Victoria Vera a finales de los 70, pero me da que no era muy virgen por aquella época.
Los pasajeros están todos igual que entonces. Algunos con el mismo mal humor. Entre ellos hemos conocido a Mariloli, una contorsionista audaz que además tiene cursos de corte y confección, mecanografía, primeros y segundos auxilios, cocina internacional y conocimientos de siete idiomas siete. Mariloli, pese a no haber tenido un buen encuentro con nuestro grumete Sebastián (que no dejó de perseguirla en el "Ciudad de Huesca" mientras duró la fiesta que nos dieron al recibirnos), ha decidido venir con nosotros en el "Leuret" porque necesita cambiar de aires y renovar su colección de fajas. Mariloli sólo ha aceptado embarcar si paga su pasaje de alguna manera, así que aquí la tengo como secretaria mientras dicto estas notas, mi libro de memorias, la novela negra que dejé sin terminar en Puerto Limón y todo lo que sea menester.
¡Bienvenida a bordo, Mariloli!
Los pasajeros están todos igual que entonces. Algunos con el mismo mal humor. Entre ellos hemos conocido a Mariloli, una contorsionista audaz que además tiene cursos de corte y confección, mecanografía, primeros y segundos auxilios, cocina internacional y conocimientos de siete idiomas siete. Mariloli, pese a no haber tenido un buen encuentro con nuestro grumete Sebastián (que no dejó de perseguirla en el "Ciudad de Huesca" mientras duró la fiesta que nos dieron al recibirnos), ha decidido venir con nosotros en el "Leuret" porque necesita cambiar de aires y renovar su colección de fajas. Mariloli sólo ha aceptado embarcar si paga su pasaje de alguna manera, así que aquí la tengo como secretaria mientras dicto estas notas, mi libro de memorias, la novela negra que dejé sin terminar en Puerto Limón y todo lo que sea menester.
¡Bienvenida a bordo, Mariloli!
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